El Maíz, Patrimonio Nacional

José Rodríguez Salgado

Me uno al duelo por el fallecimiento del Profr. Francisco Javier Bernabé Díaz, docente distinguido.

Escribo estas líneas tres días antes del 29 de septiembre en que se celebra el Día Nacional del Maíz. Esta planta bendita es pilar fundamental de la alimentación mexicana y una manifestación cultural de origen antiquísimo. Además coincide con el inicio de la cosecha. Gracias a las aportaciones de los estudiosos de esta materia como Luis Hernández Navarro, Cristina Barros y Marcos Buenrostro, entre otros, sabemos cuestiones ancestrales y datos científicos de esta gramínea.

En amena charla con el profesor jubilado Mario Román Brito, experto agricultor de Apaxtla de Castrejón, me explicaba con énfasis que las empresas tradicionales que promueven las semillas transgénicas sólo buscan ganar dinero. Sabemos que la salud del cuerpo y la salud de la tierra no tienen precio. El maestro admite que la contaminación que producen, significan ganancias para unos cuantos a costa de la mayoría de la población. Tienen razón quienes opinan sobre los daños que ocasionan los organismos genéticamente modificados que degradan a las poblaciones naturales, como el Dr. David Shubert, investigador eminente con prestigio internacional, cuyos estudios en la materia son invaluables. Ha publicado varios ensayos sobre los efectos nocivos de los transgénicos y alerta a los mexicanos que no siembren maíz mejorado, porque de hacerlo, se hiere al corazón de México.

Como voz autorizada don Mario opina sobre la devastadora acción del glifosato que como herbicida seca la milpa y en general a las plantas antes de la cosecha, tanto sus concentraciones en el agua potable, en los alimentos humanos y en los forrajes. La toxicidad de los herbicidas son un riesgo severo para la salud, cuando se ingieren en la comida o en el agua; el glifosato elimina bacterias que forman parte de nuestra flora intestinal benéfica y provoca que los microbios patógenos proliferen.

Hay más personas que sufren enfermedades por estar expuestas a este químico que provoca además defectos en el desarrollo de embriones de pollos y anfibios, incluso en concentraciones bajas. Es un hecho cierto que el maíz transgénico no representa beneficio alguno para nuestro país, por el contrario es un gran peligro para los consumidores. Consecuentemente debemos cuidar nuestras tierras y milpas.

México es privilegiado al tener este grano protagonista en la mesa de millones de mexicanos. Pero más que un alimento como tortillas, sopes, tacos, flautas, memelas, tlacoyos, atole, pozole, tostadas, elotes, esquites, chileatole, flan y nieve de elote, tamales, etc., e incluso artesanías realizadas con las hojas del maíz entre muchas otras cosas, es un elemento consustancial de nuestro origen histórico y de nuestra proverbial gastronomía.

El maíz tiene connotaciones simbólicas, se le considera alimento sagrado. Es una herencia de los pueblos de Mesoamérica, que a lo largo de milenios domesticaron a su pariente silvestre el teocintle y fueron generando una gran variedad de maíces: blanco, negro, rojo y amarillo. En algunos pueblos se cultiva para rituales sagrados y también para preparar bebidas embriagantes. En San Miguel Topilejo de la alcaldía de Tlalpan, CDMX por estas fechas se organiza la feria del elote famosa en toda la República.

El maíz es tan importante que incluso existe una deidad exclusivamente para representarlo llamada Cintéotl, la personificación mexica por excelencia. Esa diosa es una creación cultural que fusiona al hombre con la milpa prodigiosa. Hay maíces para toda clase de suelos, climas y altitudes. En México se registran 64 razas, cada mexicano consume medio kilo de maíz diariamente, lo que representa un 50% de su ingesta calórica y un 40% de la de proteínas. Se cosechan 30 millones de toneladas de maíz por año, para consumo directo. El 40% proviene de diversos y pequeños cultivos nativos. Cerca de un tercio provienen del norte de la República; otro tercio es importado de EE.UU. Sinaloa es la entidad líder productora del grano.

En reconocimiento a la importancia que tiene el maíz en la cultura mexicana, se ha determinado que el 29 de septiembre sea el Día Nacional del Maíz. En la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, se reconoce la producción, comercio y consumo del mismo e implícitamente con el derecho a la alimentación, sana, nutritiva y suficiente. Ojalá se cumpla este ordenamiento legal. Felicidades a todos los agricultores mexicanos.

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