Tren Parlamentario

Vicente Bello

Así desjarretaba Pablo Gómez al PRIAN y a Zedillo

Ardía la asamblea, aquel sábado 12 de diciembre de 1998. Pablo Gómez Álvarez, con su oratoria invicta, desgajaba al PRIAN como el rayo desgaja a un árbol. Pero era inútil. A final de cuentas, ellos tenían la mayoría y el poder y la orden de Ernesto Zedillo Ponce de León de rescatar a un grupo reducido de rufianes (el monto mayor del endeudamiento era de ellos y no de la gente de a pie) convirtiéndoles su deuda privada en deuda pública.

Así dijo en la tribuna de San Lázaro el diputado de aquel PRD Pablo Gómez Álvarez:

“Conforme pasaban las primeras semanas fuimos indagando y dando una lucha a los grupos parlamentarios de la oposición, para conocer las operaciones del Fobaproa. La lucha fue muy dura, no ha terminado, no conocemos todavía la mayor parte de estas operaciones, de la situación de los bancos intervenidos, del contenido de los pagarés, de los contratos, de algunas condiciones pactadas; seguimos, seguiremos en la lucha por saber la verdad de este caso tan extraordinario en la historia de México que se llama Fobaproa.

“Todo ello se hizo a espaldas de la opinión pública y del Congreso. Todo ello fue un manojo de operaciones organizadas y dirigidas por el presidente de la República (Ernesto Zedillo), con el propósito de que el pueblo mexicano pagara la totalidad del quebranto bancario, del que no tiene, nunca tuvo la menor responsabilidad.

“El quebranto bancario fue producto de una combinación de dos principales factores: una política económica completamente equivocada y la corrupción que llegó al sistema bancario privado del país. El Estado corrupto mexicano contaminó severamente las estructuras bancarias y pasamos a tener, gracias a la privatización organizada por el señor Salinas, una banca en gran medida, en buena parte dirigida y conducida por delincuentes asociados al poder y al partido oficial.

“La propuesta presidencial para admitir la deuda del Fobaproa como deuda pública, generó un movimiento muy importante de los partidos políticos, no todos, algunos, los de oposición, de la sociedad y de los medios de comunicación, que han jugado un papel importante en el impulso de esta lucha por evitar que el pueblo pague las consecuencias de la crisis bancaria.

“Surgió la esperanza de revertir las operaciones hechas por el Presidente (Zedillo) sin la aprobación del Congreso. Surgió la esperanza de que los causantes de los hechos de corrupción en el Gobierno y en la banca fueran castigados, que se recuperara al máximo las pérdidas y que se abriera un proceso de paulatina recuperación del sistema bancario a través de décadas, sin que el pueblo tuviera que pagar las consecuencias de la crisis.

“Creo que debemos mantener la esperanza. Creo que a pesar de este dictamen que tenemos enfrente, habrá que seguir luchando para revertir los transitorios de este nuevo instituto que son un empeoramiento del Fobaproa; habrá que seguir luchando por echarlos abajo; habrá que seguir luchando por deshacer un Fobaproa, apenas disfrazado con otro nombre pero que se ha tragado entera la ignominiosa deuda que constituye el fraude del siglo en este país.

“Todo en este instituto es el Fobaproa, pero en los artículos transitorios solamente, para no mencionar al Fobaproa, como no lo pudo mencionar con esas siglas el Presidente (Zedillo) en su informe ante el Congreso de la Unión, se dice con la vergüenza de quienes han escrito esos artículos: ‘el fideicomiso al que se hace referencia en el artículo 122 de la Ley de Instituciones de Crédito, vigente hasta el momento de entrar en vigor el presente decreto’.

“Se llama eso: Fobaproa, y quienes han escrito así los artículos en esta ley lo han hecho para no pronunciar el Fobaproa, para tratar de eliminar para siempre esa palabra que el pueblo ha rechazado y seguirá condenando hasta enterrar la ignominiosa deuda que representa para él el Fobaproa.

“Esto lo digo, no obstante, que en el proyecto de decreto que tenemos frente a nosotros hay cosas peores que el Fobaproa mismo. ¿Cuáles son, diputado Creel? A partir de la aprobación de esta ley, la Cámara tendrá que cubrir los quebrantos, los del Fobaproa y los nuevos; artículo 47, que es además inconstitucional, dice: ‘de conformidad con lo establecido en el artículo 74 fracción IV de la Constitución, la Cámara de Diputados proveerá en un ramo específico del presupuesto, a propuesta del Ejecutivo, la asignación presupuestaria correspondiente que en su caso requiera el instituto para hacer frente a las obligaciones garantizadas y a los financiamientos contratados a que se refiere el artículo anterior…’, y se refiere, por lo tanto, al Fobaproa completo, que ha ingresado a las entrañas del instituto nuevo del seguro.

“Y esto, esto es tragarse la deuda entera del Fobaproa y obligar a la Cámara a pagarla desde ahora y para siempre. Pero la Cámara cambiará de composición y el Congreso también y tendrá que reivindicar la soberanía popular para impedir este atraco que hoy va a cometerse.

“Yo quisiera que después los oradores se refirieran con honradez.

“El nuevo instituto asume todas las obligaciones del Fobaproa y la Cámara tendrá que abrir un ramo… ¿y cuál es ese ramo, para este año, el año próximo? 18 mil millones de pesos para los siguientes bancos: Bilbao Vizcaya, Santander, Citibank. Para que estos bancos puedan hacer una inversión en México, hay que entregarles de contado durante el próximo año, 18 mil millones de pesos en agradecimiento de un pueblo que les abre las puertas a la banca extranjera para que vengan aquí a actuar como empresas”… (Continuará)

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