Presidenta Sheinbaum en Guerrero 

El saldo creciente por las lluvias de estas semanas, con ello las imprevistas circunstancias, hicieron que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, realizara primera visita oficial como mandataria en estas tierras del sur, que de nueva cuenta registran afectaciones diversas y graves por fenómeno natural.

Dentro de sus trascendentales ocupaciones que desde ya le requieren atención –y en algo que de aquí en adelante siempre se le va a agradecer en este estado, de por sí, agradecido y leal-, la mandataria de la nación decidió llegar a Guerrero y, por la tarde, reunirse con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda en Acapulco, para la evaluación de los daños totales por estas constantes precipitaciones e ir delineando la estrategia de organización, logística y ayuda directa a la ciudadanía en el puerto y en el resto de los municipios, donde hasta con extrañeza –así consta en testimonios y dichos en redes sociales- vieron cómo la fuerte lluvia de la semana pasada pareció ‘estancarse’ y con ello causando daño en vía pública, viviendas, establecimientos, puentes, en las comunicaciones y por consiguiente en la actividad productiva laboral, aunque a estas alturas se ha avanzado con la rápida reacción de las autoridades civiles y militares, ya desplegados en colonias, comunidades y ciudades asistiendo y dando alimentación y refugio a las familias sobre todo directamente damnificadas.

A esta serie de acciones permanentes, diarias, solidarias, se suma la presencia y disposición de la presidenta Claudia Sheinbaum, que preservando el ejemplo del ex presidente Andrés Manuel López Obrador llega con la consigna de atender de primera mano el saldo de los daños por estos recientes fenómenos naturales, en este marco en que desde ya se advierte otra depresión tropical que continuará alargando este temporal, con el consiguiente riesgo de que haya más incidentes y afectaciones en más zonas del estado.

A esto ha llegado la presidenta, lo que sin duda saben reconocer y agradecer miles de guerrerenses, independientemente de que hayan votado o no por ella; qué mejor muestra de disposición, atención y solidaridad que el traslado en carretera de la mandataria para, primero, corroborar el saldo de las lluvias en los tramos recorridos; después, entrar a Acapulco y también darse una idea del estado en que se mantiene el puerto, para de ahí encontrarse con su por cierto amiga y aliada, Evelyn Salgado, para detallar la participación del Gobierno de México en las acciones de recomposición y rehabilitación de Guerrero, que se las ha visto muy complicadas por estos recientes golpes de la naturaleza.

Los acontecimientos se dieron para que la presidenta Claudia Sheinbaum llegara a Guerrero en primera gira presidencial, para atender a las y los gobernados que siguen padeciendo los estragos de las lluvias; si antes no hubo dudas, ahora menos las hay sobre el compromiso de trabajo con el que arriba la mandataria, que también hay que señalarlo: se ha ganado más a las y los guerrerenses al haber llegado a estas tierras en disposición de atención y ayuda, demostrando así que, en efecto, no hubo el mínimo de equivocación al haber votado por ella en junio. Si se dice que “amor con amor se paga”, la presidenta deja de manifiesto que con ella, como antes con el ex mandatario López Obrador, esa premisa prevalecerá igualmente profundizada, como en el sexenio pasado y desde que la doctora en Física era candidata. Ahora, por supuesto, no va a ser excepción.

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