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Editoriales

Otilia, el impune lastre partidista-institucional

Presuntamente blindada, protegida, por alguien o por alguna razón que desconoce la opinión pública, Norma Otilia Hernández Martínez es clara muestra de que muchas veces el discurso de transformación, como lo repiten en Movimiento de Regeneración Nacional –Morena-, queda en entredicho cuando se incurre en actos como eran habituales en el pasado, como el amiguismo o compadrazgo que hacía que ciertas ‘figuras potentadas’, cercanas a su vez a otros potentados, salieran impunes, intocadas, aún ante hechos delicados, socialmente reprobables o incluso que legalmente ameriten acciones incluso penales.

Es lo que ha ocurrido con la, todavía de manera increíble, alcaldesa de Chilpancingo, al parecer  -o al menos eso se está corroborando- protegida por alguien, por una o algunas personas que –se insiste- por causas ocultas a la opinión pública no han procedido, ni políticamente y menos penalmente, a pesar de los actos muy delicados que quedaron confirmados y que atañen no sólo a la investidura de la presidenta municipal, sino a su también impune síndico Andrei Marmolejo Valle; de paso, hasta al esposo de la señora alcaldesa, Diego Omar Benigno. Los tres, tan campantes, tan quitados de la pena; alcaldesa y síndico, como si nada aun cuando sus cargos y sus actos se han puesto en entredicho. Pero a su vez tan ‘protegidos’, o al menos eso es lo que parece.

Podrá pasar algún otro episodio más de violencia inédita, podrá mencionárseles -sea a la alcaldesa o a su síndico- en textos presuntamente del narco, incluso se podrá mencionar a Norma Otilia Hernández en videograbaciones como la divulgada este lunes, con un joven ‘levantado’ nombrándola una vez más, como antes se ha hecho, y el ‘manto protector’, quién sabe de dónde surja, va a mantener a la alcaldesa en el cargo, intocada ante instancias como la Fiscalía General del Estado –FGE- o la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, el órgano interno de Morena que igualmente parece haberse desentendido ya de la constante de exhibidas, menciones y acusaciones hacia su militante, ganadora de la presidencia municipal de Chilpancingo con muy altas expectativas sociales en el 2021, ahora cada vez más desacreditada y sospechosa de cara a la ciudadanía.

Ante unas instancias institucionales y partidistas, que parecen tener alguna especie de consigna para no tocar a la alcaldesa sospechosa de presuntos vínculos al menos demostrados en videos, parece que habrá Norma Otilia y Andrei Marmolejo en todo este trienio constitucional, lo que es cuestionable porque, si bien para eso tomaron protesta constitucional, en lo social y en lo político se está ante unas autoridades municipales moralmente derrotadas, insalvables en lo electoral, vueltos un lastre de cara al 2024, pero se insiste: hasta extrañamente impunes, ejerciendo gobierno como si nada hubiera pasado, como si aquel desayuno oculto con aquel capo del narco haya sido lo más normal, o algo que no amerite al menos una sanción administrativa.

Nada ocurre, nada pasa en este Chilpancingo gobernado por cuestionables personas que sin embargo siguen retadoras, pareciera que hasta cínicas; pasan los meses, después de las acusaciones que no paran –como se demostró con el video de este lunes- y parece que aún hay esos viejos vestigios de un poder constitucional-gubernamental que no toca, que ‘se la pasa’ a ciertos potentados o amigos, preservando impunidad ante presuntos delitos, ¿No que eso se acabó?

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