Motos y Chilpancingo: mala combinación

Como nunca antes en años recientes en la capital del estado, los ingredientes se han conjuntado por desgracia a la perfección para que las calles, avenidas, por supuesto carriles laterales y hasta centrales en el boulevard Vicente Guerrero –tramo de la Autopista del Sol desde Tierras Prietas hasta la salida sur de la ciudad, pasando ese gravísimo foco rojo que es la zona del Parador del Marqués-, se estén convirtiendo en escenario de más accidentes vehiculares, sobre todo de conductores de motonetas y motocicletas.

Sólo este fin de semana, entre los casos publicados en medios y redes, así como los no dados a conocer a la ciudadanía, se tuvo registro de cuatro a cinco accidentes donde se vieron involucrados sobre todo jóvenes y con el saldo trágico de decesos y lesionados; conductores que fueron exhibidos ya sea con graves fracturas, de plano abandonando sus unidades chocadas, o como en el caso dramático del Parador del Marqués, siendo molidos por atropellamiento de pesadas unidades vehiculares, constantes y lamentables recordatorios de que más allá de operativos de a ratos en las vialidades urge la mayor concientización posible, desde la casa pero también desde las áreas correspondientes de Tránsito y Vialidad, porque buena parte de los accidentes –que no en todos los casos, hay que especificarlo- se debe a la muy poca o nula vigilancia de agentes de Tránsito tanto de Chilpancingo como del estado; éstos, haciendo presencia sobre todo al sur de la ciudad, o cuando se les requiere en el marco de algún evento de gobierno en el primer cuadro de la ciudad, y los agentes municipales, prácticamente inexistentes en vía pública desde aquel fallido ataque a uno de los suyos en la avenida Guerrero.

Por supuesto el estado infraestructural en la capital también ‘hace su aporte’ hasta trágico: además de la grave omisión de dar garantías a los tránsitos –de manera hasta increíble se hace como que nada pasa en el gobierno de Gustavo Alarcón Herrera- no ha habido poder humano que haga que se implemente alguna estrategia de bacheo, actualización de señalizaciones y rehabilitación de luminarias que sirvan a la visibilidad de las y los conductores de las motonetas y motocicletas. Pero qué esperar de un gobierno capitalino incapaz siquiera de garantizar el funcionamiento más o menos eficiente siquiera de los semáforos. Ni a eso se llega y de ahí que el gobierno del municipio, sobre todo en estos recientes meses, también se considere responsable –muchas veces de forma directa por omisiones- de toda esta oleada de accidentes que llegan a ser mortales. Pero también está la propia responsabilidad, mejor dicho irresponsabilidad, de las y los conductores, que aprovechando que hay operativos esporádicos en las vialidades –donde hasta se “dan pitazos” para evitar pasar por los puntos de revisión-, así como la inexistencia de agentes de Tránsito municipal, continúan circulando a altísimas velocidades, sin el equipamiento de protección y puede ser que hasta bajo los efectos de bebidas alcohólicas o sustancias.

Todo va sumando ante estas recientes tragedias por accidentes en prácticamente toda la ciudad, a todas horas pero más en las noches y madrugadas; o se hace algo, incluso desde el propio hogar, desde el entorno familiar, como también por supuesto a nivel gubernamental -sobre todo municipal-, o Chilpancingo va a ver incrementado el luto ahora por accidentes de conductores de motos y motonetas.

 

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