GRUPO REGIONAL TIERRA CALIENTE, orgullo por el son y el gusto

Con el centro cultural “Hugo Salmerón” como una especie ‘de incubadora’ de talentos, desde muy niños, en la ejecución del son y el gusto (géneros musicales de alto valor artístico-social en la región calentana de Guerrero), desde hace 11 años el profesor Guillermo Nájera Flores ha preservado y llevado a presentaciones, dentro y fuera del estado, al Grupo Regional Tierra Caliente, vigente primer lugar en el reciente certamen de la Feria del Sombrero del municipio de Tlapehuala, donde se fundó. Ritmo y compás de la tamborita, a cargo de Angélica Beirut Nájera; guitarra sexta como base, que ejecuta José Samir Francisco; el contratiempo de la guitarra panzona, con su sonido grueso, que toca Jesús Calixtro; el fundamental violín, con Diego Armando Nájera, a voces con el maestro fundador (de apodo “El Grillo” porque desde ‘chamaco grillito’ ha sido conocido por cantar y bailar), se han conjugado no sólo para presentarse en el Complejo Cultural Los Pinos, la UNAM, Son para Milo o en la Cámara de Diputados; o en encuentros de músicos tradicionales, o en velaciones o despedidas de difuntos (hay quienes agonizantes se han ido oyéndolos, revela don Guillermo), sino también para el rescate de canciones del son y el gusto (que se diferencian en la rapidez del ritmo) no tan conocidas ni escuchadas, además de las de autoría –ya unas 80- del también poeta, el difusor de música tradicional calentana que, junto a esta agrupación de guaches que siempre tocan juntos, además de hacer bailar en piso, en tabla sobre hoyo de tierra (para la mejor resonancia) en los fandangos, incluso han hecho llorar a paisanos fuera de su región al escuchar –por ejemplo- la ejecución de Gusto a Tlapehuala, “dicen ‘a mí tóquenme música de tamborita, de violín, así me puedo morir contento’”.

Pablo Israel Vázquez Sosa

Fundador del Grupo Regional Tierra Caliente, de 11 años de conformación, el profesor Guillermo Nájera Flores dice de entrada: “cuando cumplamos 15 años vamos a hacer una audición especial en el marco de la Feria del Sombrero”, una actividad muy popular y de mucha tradición de cada noviembre en aquella región del estado, a donde Vértice, Diario de Chilpancingo, llegó, concretamente al municipio de Tlapehuala, tierra del sombrero pero también de músicos solistas y agrupaciones que han reivindicado los géneros musicales del son y del gusto, con sus características únicas en el estado.

En el marco de la ejecución de música y canto, para esta plática, el maestro Guillermo llegó acompañado de jóvenes integrantes de esta agrupación: Angélica Beirut Nájera, Diego Armando Nájera, José Samir Francisco y Jesús Calixtro, además de otro sobrino, Manuel Bartolo Nájera, y Juan Carlos Nájera Molina, con paso también en el grupo regional.

– Desde muy pequeño, desde que iba en la primaria-, dice don Guillermo sobre ese gusto suyo por la música y el canto, “siempre me gustó la música; participaba como solista en mi escuela, cantando exclusivamente música tradicional: El Pañuelo, Gusto a Tlapehuala; incluso tengo un apodo precisamente por eso: me dicen El Grillo, una vecina que cumplió días de fallecida, luego cuando llegaba de la escuela, con mi mochila, luego me decía ‘ahí viene el grillito cantor’, y de tanto que me decía pues así se me quedó, ahora me dicen El Grillo…ya no Grillito, porque ya crecí”.

El “Hugo Salmerón” como semillero

– La idea nació en un centro cultural cuando ellos eran muy pequeños, muy niños, de 4, 5 años-, detalla el maestro al recordar al centro Hugo Salmerón, donde “empezamos con talleres para que los niños se instruyeran ahí. Ellos son parte de la familia, empezaron y aprendieron un instrumento musical”.

– Es un centro cultural familiar-, interviene el joven estudiante en Acapulco, Diego Armando Nájera, violinista de esta agrupación, aunque desde niño, desde sus 5, le empezó en tamborita y guitarra, “mi familia, mis primos, eran los que impartían las clases ahí; mi primo, que ahora me hace segunda en el violín, Juan Carlos, fue de mis maestros, porque han sido varios”.

Asegura el profesor Guillermo que instrumentación y su sonido calentanos se diferencian con respecto a las demás regiones guerrerenses tradicionales en son, como en la Costa Chica y la zona Centro, sobre todo en Tixtla, “nosotros, en Tierra Caliente, utilizamos violines, guitarras, una guitarra panzona, que le decimos aquí; la tamborita calentana, que le da un toque muy especial, las baquetas son diferentes a un redoblante de otros estilos musicales, este es un cojín de cuero de chivo, con diferentes maderas para tener bonita resonancia”.

Al hablar del género conocido como gusto, detalla que hay un compás identificable, “un poquito más lento pero también alegre, normalmente todas las canciones tienen letra; los sones son muy rápidos”.

Los títulos de las melodías y sus sonidos hacen alusión a la imitación del animal ‘homenajeado’ en cada canción, sea en sus movimientos o hasta sonidos que genera, hay un Son del Burro, hace alusión al rebuzno del burro precisamente, composiciones que Isaías Salmerón empezó a hacer hace muchos años, ha habido más músicos tradicionales que se dedicaron a esto y nosotros hemos venido haciendo a través de generación en generación con los muchachos. La verdad nos gusta mucho”, dice El Grillo.

A diferencia de la guitarra sexta -como se le conoce y como tenía al momento de la plática-, Jesús Calixtro detalla que el sonido de la guitarra panzona “es más grueso, opaco; antiguamente, cuando empezaban con música calentana, en los años 70, se utilizaban cuerdas de la guitarra de tripa de gato, eso le daba una consistencia, un sonido más opaco; hacía el trabajo de lo que ahora llamamos como totoloche, el que va dando el bajeo en el ritmo; a comparación, por así decirlo, del guitarrón. Las guitarras sextas son de base, en la guitarra panzona lleva ritmo diferente, ‘un contra’, por así decirlo, un contratiempo, eso hace que suene como más viva la música, le da un alma más alegre”.

– Cuando se ponen en la Tierra Caliente los fandangos, ponemos grupos a ras de piso, empezamos a tocar una canción, la gente empieza a bailar, se hace un hoyo en la tierra, se pone una tabla y se empieza a bailar; el hoyo sirve para darle resonancia al zapateado, a ese huarache que suena aquí en la Tierra Caliente-, dice don Guillermo.

La tamborita lleva ritmo y compás en el son y gusto, un instrumento que ha ejecutado la estudiante Angélica Beirut desde sus 6 años, aunque desde sus 3 ha bailado estos ritmos de su región, igualmente desde el centro cultural Hugo Salmerón, una gustosa de lo que llama el adorno de lo que se escucha en conjunto, en la ejecución musical.

Difundiendo, rescatando…también despidiendo

“Hemos llegado a Los Pinos, a la Cámara de Diputados en dos ocasiones hemos ido a tocar; hemos ido a un evento importante también en México, Son para Milo, se concentran las agrupaciones tradicionales de todo el país; a la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México); también en Encuentro de Músicos Tradicionales en Jalisco. En la pandemia participamos vía virtual, mandamos nuestros videos, salieron al aire en ese evento tradicional de mariachis, pero con nuestra música calentana, difundiendo lo que nosotros tenemos aquí en Tlapehuala”.

– ¿Siempre con esta base de jóvenes músicos?

– De hecho nosotros no tenemos más músicos diferentes, siempre tocamos juntos. A veces que no llega a tener tiempo uno, nos vamos siempre los mismos.

– ¿Cuántas canciones tendrá ya terminadas, bien arregladas?

– Hechas, de mi autoría, han de ser unas 80 canciones, las hemos dado a conocer a diferentes estados de la República Mexicana. Tenemos producciones grabadas con el Grupo Regional Tlapehuala, que lo teníamos desde el ’98. Tengo buen tiempo con la composición, primero literaria, en poemas y todo eso, después ya me dediqué exclusivamente a la música tradicional.

Con el Grupo Regional Tierra Caliente hay un título, Orgullo Calentano, que está disponible para escucharse en la plataforma Spotify, “ahorita nos están apoyando con una grabación y ahorita vamos a seguir practicando, ensayando, para que la producción salga bien”.

Además de las presentaciones públicas y las grabaciones de música hasta inédita propia, en el Grupo Regional Tierra Caliente también priorizan el rescate de canciones no conocidas incluso en esta región, “ya las tenemos y vamos a seguir rescatando esa música. Sobre todo, lo más importante, difundiendo en todos los estados de nuestra República Mexicana y más allá de nuestras fronteras”.

– Son cosas bien difíciles-, recuerda, hablando de sus presentaciones, algunas en contextos no tan alegres, “vemos el dolor de la familia, la alegría también; hemos ido a tocar con señores que ya están falleciendo, agonizando, que esa ha sido su voluntad, quieren seguir escuchando y ellos se van, suspiran con las notas musicales, con el sonido”.

Así que hasta en velorios han estado: “tocamos cuando la gente se está yendo, está suspirando, le estamos tocando, nos dicen entre sus últimas palabras que le sigamos tocando en sus velaciones”.

“Se emocionan, inclusive hasta lloran”

– Presúmame, maestro, ¿Y de veras son buenos pues?

– (Y ríe don Guillermo) Pues hemos sido del gusto de los jueces también, son los que tienen la mayor opinión de los sonidos de las canciones que componemos.

– Aparte el público-, interviene Samir.

– Y el público-, secunda el profesor, “participan nueve, diez grupos; hay eventos de concursos que participan once grupos, cada año hay más exigencia. Nos debemos de preparar más para un concurso porque, la verdad, hay buenos músicos; músicos ya hechos, que de versátiles se convierten a músicos tradicionales”.

Aquí recuerda la participación grupal en la Feria del Sombrero: “la verdad es un concurso muy competido, muy reñido que nadie se quiere quedar atrás; hace un año quedamos en segundo lugar, hace dos años en segundo, ya este año, ya ahora sí, les digo a ellos, fue su título”.

– Siempre quedamos segundo, tercero, recuerda Samir Francisco.

– Ya habíamos venido navegando desde hace muchos años en segundo, tercero, y este fue especial. Ya lo anhelábamos mucho.

Y es que el calentano, la calentana, se toma muy en serio su música, sus estilos y, por supuesto, las maneras en su ejecución: “hemos ido a otras comunidades que no quieren otro tipo de música; la gente de antaño, dicen ‘a mí tóquenme música de tamborita, de violín; dicen ‘así me puedo morir contento’.

Recuerda Guillermo que en Acapetlahuaya, cerca de Teloloapan, en la zona Norte del estado, hasta hicieron llorar a un señor mientras estaban tocando y cantando, “fue una sorpresa que le llevamos”.

Incluso en otros estados, interviene Samir, “que nos anuncian o nos programan, se acerca gente, (que les dice) ‘somos de Tlapehuala o de Altamirano, venimos a verlos nada más a ustedes’. Se siente padre que digan eso”.

– ¿Cuál es la canción ‘caballito de batalla’ del Grupo Regional Tierra Caliente?

– Nosotros nos identificamos más con Gusto a Tlapehuala, que es el himno de nuestro pueblo cuando salimos a tocar en otros estados, porque encontramos paisanos, incluso gente de la Tierra Caliente que andan por allá, que escuchan ese gusto, se emocionan, inclusive hasta lloran-, dice Guillermo Nájera.

 

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