Feria, ¿Pero qué necesidad?

Ensimismados únicamente en cómo generar más dinero, aunque ello implique hacer como que no existen las carencias y deficiencias sociales, que mil veces prefieren las y los gobernados que se les resuelvan, en el gobierno del alcalde sustituto Gustavo Alarcón Herrera se prevé hacer anuncios este jueves respecto a la organización y fechas de actividades relacionadas con la ensangrentada –desde el año pasado- Feria de Navidad y Año Nuevo, en su edición 200, esta vez inevitablemente manchada de tragedia, aunque prefieran no verlo en la administración de amnésicos y amnésicas.

Una actividad ya menos tradicional y cada vez más comercial, se reitera, innecesaria, como lo fue la pasada edición, la que nunca debió llevarse a cabo tras el asesinato todavía impune al alcalde Alejandro Arcos Catalán, y el posterior doble crimen –en plena noche de Navidad- del presidente del Patronato, Martín Roberto Ramírez, y del maestro de ceremonias José Vidal, Feria que ahora se va a anunciar con esta administración que, para empezar, ni ha disimulado sus afanes e intereses politiqueros, al lanzar los primeros flyers en redes sociales con clara tendencia en simbología y colores del PAN, con el azul como predominante en las, al menos, tres publicaciones desde cuentas oficiales en redes.

Desde ya, un evidente interés por querer sacar raja política de esta edición de la Feria, en un entorno donde lo menos que se requiere es una festividad ‘fragmentada’ en al menos tres sedes, con un Paseo del Pendón a realizarse en un extrañísimo día lunes, y una sede tradicional –la de la colonia San Miguelito- ejemplo de ofensa institucional a las y los chilpancingueños, a quienes de nuevo se les va a enjaretar a fuerza esta edición 200 donde lo único que le importará al ayuntamiento de Chilpancingo es su dinero.

Como se consignó desde la pasada edición de la Feria, se hace necesario contar con una ciudadanía que no sólo calle y se siga conformando con actividades masivas de intrascendente entretenimiento; en un entorno de empeoramiento en imagen urbana, ineficaz prestación de servicios básicos y resquebrajada seguridad pública –evidenciada por enésima vez con el crimen del funcionario municipal la mañana de este miércoles-, habrá que hacerles ver a quienes este jueves estarán muy sonrientes, muy omisos, muy ciegos y sordos ante el sentir de la población, que más que una Feria de Navidad y Año Nuevo otra vez innecesaria –como la del año pasado- lo mejor es invertir para mejorar Chilpancingo, con ello honrando memoria de ciudadanos reconocidos por buscar el desarrollo de la ciudad, como Alejandro Arcos, el asesinado de cuya imagen se ha preferido esconder y hasta borrar de y en la actual administración local.

¿Pero qué necesidad?, sí, hay una necesidad únicamente monetaria en forzar la realización de la Feria en esta edición 2025-2026, festividad de corte panista que, ojalá no, bien le puede servir al alcalde sustituto y a sus aliados en el ayuntamiento –y fuera de él- para que la masa gobernada voltee a ver para otro lado, que se olvide de la decadencia de Chilpancingo, esta tendencia social iniciada desde hace lustros, agravada con los recientes crímenes y masacres -como el del joven alcalde y con los cuerpos dejados en la plazoleta de San Mateo- y preservada por la incompetencia, la insensibilidad, la decepción hacia la actual administración, que sigue desairando lo realmente importante y prioritario.

 

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