Debaten integración de GN al Ejército

“No queremos que pase con lo que pasó con la Policía Federal”

Para la oposición, es renuncia del gobierno para hacerse cargo de la seguridad  

Ciudad de México, Septiembre 19´2024. Vicente Bello.- Aupado en un debate candente, por parte de la oposición, el pleno de la Cámara de Diputados se encaminaba ayer en el anochecer hacia la aprobación de la reforma a los artículos 13, 16, 21, 32, 55, 73, 76, 78, 82, 89, 123 y 129 constitucionales, en materia de Guardia Nacional, para que el mando de este cuerpo de seguridad armado del país esté controlado por la Secretaría de la Defensa Nacional y no por un mando civil.  “Se trata”, fue el argumento central de quienes la aprobaron, “de evitar a toda costa que la Guardia Civil relaje su disciplina y se corrompa como sucedió con la Policía Federal Preventiva”.

En lo posicionamientos, previo al debate, dijeron:

Pablo Vázquez, diputado de MC: “Esta reforma constitucional para entregar la Guardia Nacional, una corporación de seguridad pública civil al mando de la Secretaría de la Defensa Nacional es la renuncia del gobierno de México para hacerse cargo de su responsabilidad constitucional en materia de seguridad pública.

“Es la confirmación del fracaso de esta administración en materia de seguridad y es la confirmación de que durante este sexenio no se hizo nada para construir una estrategia de seguridad pública, diferente, efectiva y duradera.

Del PRI, la diputada Lorena Piñón: “La creación de la Guardia Nacional en el 2019 se dio en el marco de un gran consenso en todas las fuerzas políticas para hacer frente a la grave crisis de inseguridad que se vive en el país. Ello se sustentó en tres elementos fundamentales. Uno, que la Guardia Nacional mantuviera en todo momento un carácter civil. Dos, que la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública tenía que ser temporal, otorgando un plazo de cinco años mientras se consolidaba la Guardia Nacional con elementos civiles. Y, tres, establecer mecanismos que permitieran fortalecer a los cuerpos policíacos estatales y municipales.

“El Grupo Parlamentario del PRI no puede acompañar esta reforma porque el Estado mexicano se aleja de los estándares internacionales en materia de seguridad pública, las sentencias de tribunales internacionales y las recomendaciones de mecanismos de protección de derechos humanos, porque esta propuesta contraviene la sentencia de la Corte Interamericana en el caso Alvarado Espinoza, y otros contra México que establecen que la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública debe de ser extraordinaria, subordinada y complementaria, regulada y fiscalizada”.

El PT en voz de Ricardo Mejía Berdeja, dijo: “He escuchado a quienes me antecedieron y no sé de qué tipo de constitucionalismo hablan, uno que está grabado en rocas, inmutables, que no se puede transformar, o el constitucionalismo que nosotros defendemos, que es un constitucionalismo evolutivo, popular y soberano. Por eso estamos reformando la Constitución, con base en el artículo 135, que la propia Carta Magna establece, para poner los cimientos de un nuevo régimen político.

“La Constitución no es estática, responde a los Sentimientos de la Nación y eso es lo que estamos precisamente haciendo. La Guardia Nacional fue creada como una institución que diera respuesta a la violencia del país. Crear un cuerpo nacional con un despliegue territorial en cada comunidad, región y entidad federativa.

“No queremos que pase con la Guardia Nacional lo que pasó con la Policía Federal. La Policía Federal se corrompió, en mucho, por mandos corruptos como el hoy declarado culpable, Genero García Luna, Cárdenas Palomino y mandos corruptos que desprestigiaron a la Policía Federal.

“La Guardia Nacional cuenta con más de 400 cuarteles, con estaciones, subestaciones, coordinaciones de batallones de seguridad en carreteras, centros de mandos, diferente tipo de infraestructura. En solo cinco años, tiene ya más del 74 % de confiabilidad entre la población mexicana, según datos del Inegi”.

El PVEM habló a través de Eruviel Ávila: “El que la Guardia Nacional se pase a formar y sea parte de la Secretaría de la Defensa Nacional —de la Sedena— no es solo un ajuste institucional, es una medida que responde a una realidad urgente del país para combatir la delincuencia con todos los recursos del Estado mexicano. Una necesidad urgente de la cual estamos conscientes quienes hemos servido desde una alcaldía o alguna gubernatura”.

Blanca Gutiérrez, diputada del PAN, dijo: “Hoy nos encontramos frente a una reforma que amenaza los principios democráticos y los derechos humanos que tanto hemos defendido en México. Esta reforma del Ejecutivo federal para transferir el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, es un retroceso peligroso que no nos lleva más que a la militarización de la seguridad pública, situación que ya antes ha sido señalada como inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia”.

Y la diputada de Morena, Dolores Padierna: “”Es difícil escoger un solo momento de entre los muchos que nos trajeron a este debate, podría ser aquel día de 2010 en que un grupo de pistoleros masacró una fiesta de adolescentes y jóvenes en Ciudad Juárez, el día que Felipe Calderón dijo que las víctimas eran pandilleros o bien unos años antes cuando quizá empujado por su ilegitimidad de origen Calderón decidió lanzar su insensata guerra contra el narcotráfico, el escenario ideal para darle más poder a su mano derecha, a su súper policía Genaro García Luna, hoy condenado por narcotráfico.

“Con el segundo presidente del PAN los homicidios crecieron como nunca y también se expandieron otros delitos como la extorsión, el robo y la trata de personas. El gobierno de Calderón es la mejor prueba de que la respuesta de la violencia solo genera más violencia.

“La guerra contra las drogas llevó al país a una escalada violenta que apenas se está controlando. El gobierno se justificaba diciendo que las víctimas eran en la mayor parte de los casos integrantes de organizaciones delincuenciales en disputa. El resto, daños colaterales que los anteriores gobiernos consideraban aceptables.

“La corrupción materializada en redes de complicidad que iban desde el cuerpo policiaco municipal más modesto hasta los altos niveles de la Policía Federal, convirtió a la guerra de Calderón en una simple simulación con resultados trágicos. Posteriormente, Enrique Peña Nieto, con una presidencia fundada en un gasto publicitario excesivo, prefirió ocultar la realidad y continuó con la estrategia enorme de su antecesor.

“Tuvo que llegar el presidente Andrés Manuel López Obrador para que se diera un cambio de fondo en la política de seguridad. Se comenzó a atender las causas estructurales de la violencia, a la par que se procedía a cortar de tajo con la corrupción, desapareciendo a la Policía Federal.

“La Guardia Nacional se creó como un cuerpo civil con formación militar en 2019. La nueva institución se ganó rápidamente el aprecio de la sociedad, como muestran las encuestas del Inegi, que reportan un 74.1 % de confianza ciudadana en la Guardia Nacional”.

Fin de posicionamientos. Continuó el debate.

Comentarios cerrados.