“Qué te parece: una silla, agarramos cuentos o libros de literatura, y nos paramos en el zócalo, contamos cuentos a los niños”, le dijo el estudiante de Licenciatura en Cultura y Artes en la Universidad de Guanajuato, Irving Marcelo Hinojosa, a quien ya conocía como compañero y maestro difusor de teatro, Cuauhtémoc Astudillo Méndez. Era junio del 2010 y ambos, nacidos en Chilpancingo, gestionaron libros, una carpita, se instalaron en el zócalo, y lo que fue una iniciativa de lectura a niños durante dos días, se amplió a una semana con ocho funciones diarias, de medio día hasta 8-9 de la noche. “No nos la esperábamos”. Y se fue conformando De La Mancha (nombre tomado de un proyecto escolar de Irving en León), colectivo de licenciados en arte, pedagogos, promotores de lectura, artistas y profesionales de la gestión cultural que de actuar y promover entornos de paz, temas de género y masculinidades y lenguaje incluyente en la capital y el resto del estado (desde La Montaña hasta las Jornadas Alarconianas), además del Festival Cervantino, los “manchados” actuaron, en 2019, al Corral de Comedia de Almagro, España, a la par de gestionar y construir el Foro Escénico De La Mancha, donde además de generar público y ser espacio para más de mil cantantes e instrumentistas y más de 50 compañías teatrales, ha generado comunidad y motivación en niñas y niños que se adentran a la logística antes de las presentaciones, “vamos hasta donde tope. Felices: el beneficio es humano, es social, ¡Si te contáramos las historias que surgen aquí!”, dice Irving, uno de los coordinadores (junto a Monserrat Hernández, Citali Hernández, Santiago Marcelo, Luis Enrique Cortés y Luis Manuel Salazar) de este espacio único en la ciudad, fuera de las instituciones, promotor, gestor e impulsor de toda clase de creación cultural, sobre todo escénica.
Pablo Israel Vázquez Sosa
Irving Marcelo Hinojosa y el también chilpancingueño Cuauhtémoc Astudillo Méndez son los fundadores del proyecto de difusión artística-teatral que, en julio de este año, cumplió 14 años de labor prácticamente ininterrumpida, lo que les valió el reconocimiento con el Premio al Mérito Civil Juan Ruiz de Alarcón, que otorga el gobierno del estado, en su edición 2024 hace unos días, en acto de imposición de preseas por parte de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.
Antes de julio del año 2010, Cuauhtémoc ejercía teatro con El Nacimiento del Juglar y estaba vinculado a Difusión Cultural de la Universidad con la compañía teatral Tespis.
“Lo conocí a mediados del 2005”, dice el maestro sobre Irving, quien en esas fechas del 2010 estudiaba Licenciatura en Cultura y Artes en la Universidad de Guanajuato, “allá vivía de hecho”, dice el joven, de raíz artística musical, en este encuentro en la sede del Foro Escénico De La Mancha de la colonia Cipatli, al sur de Chilpancingo.
Una silla y libros…y la asistencia inesperada
Era 2008 y en el marco de un Verano Cultural, Irving vino a su tierra a hacer teatro con universitarios; se reencontró con Cuauhtémoc –a quien conoció en un taller aquel 2005, él preparatoriano y en tablas desde el 2003- y se regresó a León, Guanajuato. Ya conocía, de hecho desde Bachilleres, a jóvenes como Luis Enrique Cortés, Luis Manuel Salazar y Perla Taimi Rivera.
En todo este lapso hasta el año 2015, cuando regresa a radicar definitivamente en Chilpancingo, Irving la pasó entre aquella entidad y esta ciudad por cuestiones de trabajo, ya egresado en 2011 como profesional en gestión y producción artística, primero allá, pero aquí ya se estaba gestando De La Mancha.
Un año antes, recuerda Irving, Guanajuato era un lugar muy seguro, tranquilo, por supuesto muy cultural, mientras que llegar a Guerrero era lo opuesto: un lugar con problemas de violencia, con su capital donde muy seguido se voceaba la nota roja en sus calles; notó entonces cómo los chavitos de la ciudad –como su entonces pequeña hermana- están envueltos, todo el día, en estos temas habituales de balazos y muerte que además les gritaban a las afueras de su casa o escuela.
De sedes y oferta cultural, ni hablar. Eran las vacaciones de junio de aquel 2010 y Cuauhtémoc e Irving se vieron casualmente, “¿Qué hay que hacer o qué?”, le preguntó el maestro teatral.
– Qué te parece: una silla, agarramos cuentos o libros de literatura, y nos paramos en el zócalo, contamos cuentos a los niños-, le dijo el todavía radicado en Guanajuato, donde agarró experiencia en presentaciones en la calle.
De hecho, “De La Mancha” fue el nombre de un proyecto estudiantil de intervención literaria en la escuela. Como Irving tenía un compilado de El Quijote de la Mancha, con una compañera, Erika, hablaron de llamar Colectivo Quijote a su iniciativa, pero ella soltó: “¡De La Mancha!”. Y así se quedó, un proyecto estudiantil que quedó ‘archivado’ en Guanajuato pero que al comentarlo con Cuauhtémoc se retomó en Chilpancingo.
Fueron a la Biblioteca Pública Central de San Mateo a gestionar, con la directora Mara Vicencio, un espacio para ensayar y planear actividades de promoción de lectura; después, libros al Programa Nacional de Lectura –vinculados por Patricia Rodríguez-, y llegaron al zócalo, donde instalaron una pequeña carpa, justo bajo el “árbol de los huevones”, metiendo grupos reducidos de niñas y niños.
Se sumarían, además de Perla, Quique y Luis Manuel, jóvenes como Lilith Cortés, Santiago (hermano de Irving), “de pronto ya era un colectivo”.
Y de la lectura se pasó a lo escénico, a representar los cuentos, “hasta ocho funciones diarias; tipo festival, anunciábamos la carpa, la gente se juntaba y se formaba, nunca cobramos nada. Llegábamos 12 del día, nos íbamos 8, 9 de la noche. La carpita ya era insuficiente…no nos la esperábamos”.
El plan inicial fue estar sólo dos días, pero se quedaron por una semana en el zócalo. Irving se fue pero regresaría para el puente por Día de Muertos, así que surgió La Carpa del Terror. Se sumarían también la artista Sandy Robles, Azul Cortés y la activista Liduvina Gallardo, incluso actores de fuera del estado, como clowns.
Chilpancingo, La Montaña, Guanajuato, España
El colectivo De La Mancha sería invitado, ya en 2011, a actividades de difusión cultura y de lectura. A la par, ya egresado, Irving se integraría al staff organizador del internacional Festival Cervantino en Guanajuato.
En Chilpancingo, De La Mancha se integra al programa federal Alas y Raíces, que capacita sobre infancias, lo que implicó presentar un proyecto estructurado y, con ello, su integración formal a una iniciativa institucional que los llevaría a hacer presentaciones, en caravana artística, en La Montaña del estado.
Las y los integrantes del colectivo se fueron capacitando, iban a talleres, y se enfocaron en las infancias, con una de sus frases, “Un niño que lee será un adulto que piensa”. Era 2012 y la actividad de De La Mancha ya era permanente con su adaptación Quijote Amigo Mío, llegando a las Jornadas Alarconianas de Taxco, entre otros foros en municipios. Por cierto, ampliando expresiones y temas sociales, como masculinidades, concientización de género y lenguaje incluyente. Llegó la integración a programas de la Universidad, con instancias federales y encuentros de promoción de la lectura.
Llegó la puesta en escena poética Ámame También Te Amo, con los creadores Luis Gutiérrez y José Luis Correa, en 2013, recién integradas al colectivo Monserrat Hernández y Citali Hernández, licenciadas en Artes. En 2014, Irving era productor y coordinador de Música Contemporánea en Guanajuato, en Guerrero coordina Cuentos Manchados para Contar y Cantar, una síntesis teatral sobre parte de la historia del colectivo ya con 600 representaciones; integran una gira estatal sobre temas de género con la Secretaría de Educación, después, Caravanas Culturales a fines de ese año, compartiendo escenarios con Patita de Perro, Triciclo Rojo y Celso Piña, “fue un parteaguas”.
– Nos fue poca madre en la función: los niños se metieron, jugaban con nosotros, pero algo faltaba: creérnosla-, recuerda Irving Marcelo, “el escenario nos está abrazando, hay que respetar el escenario”. Y llegaron más capacitaciones y hasta la inversión para vestuario.
En 2015 se produjo Marcelo & Marcelo, disco a dueto entre Irving y su papá el músico Santiago Marcelo; el colectivo tuvo una primera salud de Guerrero, al Museo de Culturas Populares en la Ciudad de México, Irving ganó el Premio al Mérito Juvenil.
Acceden al Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) con el montaje Los Perros –de Elena Garro- en el 2016, dirigida por el joven, ganando incluso en la Primera Muestra Estatal de Teatro y, con ello, una gira nacional.
Entre la biblioteca central y el teatro María Luisa Ocampo como su ‘base de operaciones’, la idea de tener una sede propia surgió cuando De La Mancha estaba en Oaxaca y llegó a La Locomotora, teatro independiente gestionado por una compañía teatral, “ese es el siguiente paso para nosotros”, pensaron los guerrerenses.
Don Santiago, músico versátil, corridista, integrante de De La Mancha desde 2013, ha sido también escenógrafo y puso no sólo talento, sino materiales e insumos para soldar, armar y levantar el escenario a la fecha montado, aunque de inicio en una vivienda rentada en la colonia Margarita Viguri en el 2017; una amiga del colectivo, Delia, les habló de esta vivienda de la colonia Cipatli, de inicio para renta familiar de Irving pero finalmente, a la fecha y desde el 2020, sede operativa-organizativa y de montaje de espectáculos como Foro Escénico De La Mancha.
Integrados al Programa Nacional de Teatro Escolar, con presentaciones en el estado; montando 1970 (sobre la guerra sucia y el caso Ayotzinapa), y yéndose incluso a España, en 2019, al Corral de Comedia de Almagro –uno de los más antiguos del mundo para puestas en escena en teatro clásico-, montando El Desdichado en Fingir, de Juan Ruiz de Alarcón; regresaron a México, al Cervantino, Irving regresando como artista y productor.
En 2020, con una segunda invitación para irse a Europa e incluso con vuelo fechado para presentarse a Costa Rica, surge la crisis sanitaria por la pandemia del Covid-19; ya no pudieron costear la renta en la Viguri y llegaron a este lugar de la Cipatli.
Músicos, vínculos, públicos, niños, historias
– Empezamos con 20, 30 personas (como asistentes)-, recuerda Irving sobre este actual recinto, iniciando con el montaje de Flores Rojas, “fuimos a la Muestra Nacional, ganamos un circuito nacional, fuimos a Chihuahua, Chiapas, a Los Pinos; fue una salvación: justo cuando estaba pandemia logramos tener mucha movilidad”.
– Ahorita nos han estado llegando hasta 100 personas-, dice el coordinador de De La Mancha, espacio que todavía en 2020 no cerró al ubicarse en espacio abierto, además se hizo alianza con el estudio de grabación del ingeniero en audio Marco González, así que se hicieron enlaces en vivo con la presentación de artistas cantantes e instrumentistas: solistas, trovadores, rockeros, cumbieros, tríos románticos, “tuvimos más de mil 200 músicos en todo este proceso; no cobramos un peso, Marco trajo su equipo, da videos profesionales; se integró Javier Borgúa, hicimos unos especiales con él. Fue el sitio de los músicos…no nos dio dinero pero nos dio una bendición que no tienes idea”.
Se sumaron, por supuesto, teatreros, “aquí han venido más de 50 compañías, de España. Colombia, casi todos los estados de la República”.
– Esto no se entendería sin el equipo-, dice Irving Marcelo, quien llama “una comuna” el público generado: amigos, conocidos, desconocidos de inicio (a quienes van ubicando de nombre), gente de fuera del estado, por supuesto niñas y niños, que hasta –destaca Cuauhtémoc- han preferido venir al teatro que, por ejemplo, ir al cine; que incluso –en el caso de alumnos de los “manchados”- han participado cobrando en la cafetería, voceando funciones y asistiendo al público en los asientos, “para nosotros es ya algo, algo vamos a incidir”.
Vinculados a Unicef, Unesco, dependencias estatales y federales, la premisa ha sido “tienes que generar tus propios recursos pero eso no te impide irte aliando con instituciones. Este es nuestro trabajo, tenemos que estar chambeando de lunes a domingo; vamos hasta donde tope, como dicen. Felices: el beneficio es humano, es social, ¡Si te contáramos las historias que surgen aquí!”.