A esta fecha, en la estadounidense NASA están evaluando tres propuestas de aplicaciones tecnológicas guerrerenses designadas, vía jurado el 4 y 5 de este mes, en el NASA Space Apps Challenge Guerrero, encuentro de liberada base de datos de la agencia espacial –conocido como hackatón, nunca antes realizado en el estado- con académicos divulgadores y entusiastas en Ciencia, junto a preparatorianos de la UAGro y niños del municipio de San Jerónimo (región Costa Grande), “el siguiente me gustaría que fuera en Metlatónoc, más allá de Tlapa (en La Montaña)”, dice el nacido en la Ciudad de México pero de padres guerrerenses, estudiante en educación básica en Chilpancingo quien cursó dos carreras al mismo tiempo en la capital del país: Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica, e Ingeniera Civil, llegado en segunda época (y radicado desde entonces) a esta ciudad en el 2011, integrado al Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de Guerrero (Cocytieg), dando inicio gradual a divulgación en la revista digital FESGro, en Caravana de la Ciencia, Robot NAO y Observatorio Móvil; después, integrar diplomados y cursos y ofrecer ponencias para continuar promoviendo cultura científica fuera de aulas escolares, a la par de acompañar a estudiantes y divulgadores en gestiones y acercamientos institucionales, “si lo viéramos de manera muy analógica, la divulgación es poner semillas”, dice el conferencista de desarrollo de personal con su tema “Cómo hackear tu mente”, creador de los proyectos RoboEmociones, Robótica en la Biblioteca y Las Matemáticas en la Astronomía con Lego, un –primero, al llegar a esta ciudad- deprimido por dejar su trabajo especializado en la Ciudad de México, pero “gracias a Dios, a la vida, a mis compañeros (que le ahorraron lo del psicólogo, dice) ya vi que no soy el único loquito, que hay más (…) me han estado ayudando a crecer, vas avanzando hackeando la mente”.
Pablo Israel Vázquez Sosa
En esta segunda etapa de radicación, el nacido en la Ciudad de México, el 27 de junio de 1974, tiene 15 años en Chilpancingo, “cuando terminé mis estudios me vine, me contrataron para colocar antenas satelitales”, dice el titulado como ingeniero en Comunicaciones y Electrónica por la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) unidad Zacatenco, además profesional en Ingeniería Civil, nacido en la capital del país pero de padres guerrerenses: su papá Constantino Valencia Basurto nació en Tlapa y su mamá, Santa Vázquez García, es de la comunidad de Xochipala, “mi papá se robó a mi mamá y fuimos a la Ciudad de México”. El académico tiene un hermano (David) y dos hermanas, Blanca Inés y Norma Karen.
Aunque el chamaco Constantino creció viviendo temporalmente en Chilpancingo, en casa de su abuela (frente al panteón central, donde dice, “había unas chocitas”), donde cursó parte de su educación básica mientras sus papás trabajaban como empleados en la Ciudad de México.
Para definir la carrera, que fueron las dos mencionadas, el entrevistado estudió al mismo tiempo en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), en las tardes, y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de mañana, generaciones 1997-2001; en concreto, se inscribió en la ESIME porque supo que ahí egresó Guillermo González Camarena, ilustre científico mexicano inventor de la televisión a color.
Cuando hubo Caravanas, Robot NAO, Observatorio Móvil
Recién egresado, Valencia Vázquez ejerció más la Ingeniería civil, en obras hasta fuera del estado, incluso cerca de Guerrero; eso fue antes de casarse, porque conociendo a la chilpancingueña Rosario Zúñiga Eulogio, ella le habló del alejamiento en casa y por eso el ingeniero pasó a ejercer lo relacionado en Comunicaciones; de hecho la conoció mientras ya instalaba satélites y llegó a la Junta Local del entonces Instituto Federal Electoral (IFE) con sede en Tlapa; entonces, doña Rosario trabajaba en la misma dependencia pero en Chilpancingo. Así que se conocieron en una capacitación, empezaron a comunicarse a distancia, luego personalmente y se casaron, “se viene ella, nace aquí mi hijo Matías, y me dice ‘me quiero quedar aquí’”.
Constantino llegaría, desde entonces definitivamente, en el año 2011; sin oportunidad de encontrar un trabajo especializado sobre sus carreras, Blanca Inés le propone integrarse al Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de Guerrero (Cocytieg), donde ya trabajaba pero iba a irse de maestra, así que el ingeniero hace el trámite para trabajar en esa dependencia del gobierno del estado, “llegué en la parte informática, pero me comencé a involucrar con la parte de la divulgación; me acuerdo que mi primer evento fue un FESGro (Foro de Estudios sobre Guerrero), no hacíamos la revista de manera digital, entregábamos un CD; publicaciones científicas que teníamos que leerlas, acomodarlas, ahí como que me nació el interés de divulgación”.
– Me di cuenta de la importancia que es trasmitir el conocimiento científico pero de la manera más sencilla-, dice el ingeniero, integrado después a la Caravana de la Ciencia, “la primera que fui fue en Tecpan, iba a cargar prácticamente y hasta ahí”, aunque recuerda lo gratificante que fue ver a las y a los niños asombrándose con las actividades llevadas a cabo.
Y llegaron los diplomados y cursos, importantes para sus intereses de educación y difusión de Ciencia y Tecnología, y es que –opina- “esto de la divulgación es como muy artesanal, no hay escuelas, (aunque) me parece que en la UNAM ya hay”.
Surgió así el interés del ahora divulgador de hacer cultura científica, “si lo viéramos de manera muy analógica, es como que vas a poner semillas. La divulgación es eso, poner semillas. Me di cuenta de la importancia de que teníamos que involucrar a nuestros niños a temprana edad; siempre nos hemos enfocado en que hacen Ciencia los que hacen posgrado”.
Se confirmó además que quienes se han mantenido en divulgación de Ciencia empezaron de pequeños asistentes a actividades muy esporádicas, sin continuidad, fuera de la escuela, ahí donde sostiene que no nace el interés por adentrarse a la Ciencia, sino al contrario porque se realiza como tarea donde hay presión del profesorado.
En su caso, como otros tantos más, se interesó en cuestiones científicas yendo a algún planetario o un museo.
Fue así que diseñó, planeó y llevó a cabo las Caravanas de la Ciencia desde el Departamento de Divulgación del Cocytieg, a la par del proyecto de demostración del Robot NAO y exhibición del ahora inoperante Observatorio Móvil (que fue único a nivel nacional con su telescopio solar con filtro, dice), gestionando recursos para operatividad a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), “porque en el gobierno del estado nunca hay presupuesto”.
Participante en agendas ciudadanas de difusión de Ciencia entre 2012-2013, Constantino empezó además a ser ponente en temas de tipos de Energía, “trajimos un Camión de la Ciencia… no lo que solicitamos, trajeron lo que quisieron comprarnos”.
El histórico NASA Space Apps Challenge en Guerrero
El ingeniero ahora, además, imparte ponencias y talleres sobre capacitación y desarrollo de personal de dependencias del estado con su tema “Cómo hackear tu mente”, con el que busca derribar limitaciones y negatividades que afectan la vida cotidiana, un proceso de aprendizaje o –en este caso- la prestación del servicio público.
Entonces, en Cocytieg se fue dando oportunidad de que asesorara y orientara a jóvenes creadores, personas con proyectos de divulgación y difusión que no sabían cómo hacerle para acercarse a instituciones. Al ir a la dependencia encontraban al entrevistado y los iba acompañando, por ejemplo a hacer gestiones al Congreso local. También –dice- ha prestado piezas -motores, cables- para ayudar a creativos y expositores de Ciencia.
“Me invitan a dar talleres, a evaluar, a ser jurado”, más recientemente como un ‘externo’ de Cocytieg, aquí donde surgió su proyecto de difusión de mecánica con piezas armables de Lego.
Un proyecto –recuerda- que presentó, comprando un lote de piezas incluso, pero quedó “archivado” por falta de recursos. Lo mismo ocurrió en la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso local.
De eso hará año y medio. Dice que su idea –hasta la fecha, porque no deja su propuesta, de nombre Robótica en tu Biblioteca- es difundir de forma lúdica energías y mecánica en recintos educativos.
Los días 4 y 5 de este mes se organizó el inédito, en el estado, NASA Space Apps Challenge Guerrero en la prepa 23 de San Jerónimo (Costa Grande del estado), con el ingeniero no sólo como difusor de su proyecto con Legos y como jurado, sino como uno de los organizadores.
Todo empezó con un taller de Robótica en Atoyac de Álvarez; Constantino se dio cuenta y vía redes sociales ofreció su proyecto a quienes participaron; uno de ellos, Octavio Olea Pérez (atoyaquense egresado del IPN, maestro en Ciudad de México), le respondió que tenía la idea de un hackatón –como se denomina a actividades de propuesta y presentación de proyectos científicos y tecnológicos-, concretamente el NASA Space Challenge.
Constantino lo vinculó con los también académicos en Ciencias Leo-Enver Garibay (en la capital) y Arlette Silva (en Acapulco); no se concretó la sede en Atoyac y vía contacto del entrevistado con la doctora Luz Cristina Armenta Galeana –maestra en la prepa 23- se logró la organización en San Jerónimo.
– Según registros, nunca se había dado un evento con la NASA validando un encuentro de Ciencia en Guerrero-, se le comenta al ingeniero.
– De esa magnitud-, responde, “en el hackatón, si traías una solución tenías que ocupar la base de datos (que liberó la NASA para la actividad), programar, hacer una historia, utilizar esa información para que hicieras tu actividad. No se había hecho, se había hecho en las grandes ciudades (del país). En mi caso llevé talleres de Lego, Las Matemáticas en la Astronomía con Lego, también ‘Hackeando tu mente’ para jóvenes de bachillerato”.
– Al final del evento, ¿Con qué se quedó personalmente?
– Con la satisfacción de que mandamos a los mejores equipos, tres, a representarnos. Ahorita los están evaluando en NASA: una historia en forma digital, lo están elaborando; una aplicación para ocupar datos de la NASA para cuestiones meteorológicas, el tercero tiene que ver con censores para ver cómo podemos mitigar el cambio climático.
Se le habla de la relativa lejanía de la sede del evento y responde que, precisamente, se trata de llevar divulgación y propuesta científicas a zonas vulneradas y no tan urbanizadas, hasta marginadas, “el siguiente me gustaría que fuera en Metlatónoc, más allá de Tlapa; quedamos que más adelante nos íbamos a reunir para ver si le podíamos dar seguimiento”, dice sobre organizadores y representantes de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), porque esa vez de la inauguración llegó el propio rector Javier Saldaña Almazán.
“Ya vi que no soy el único loquito, hay más”
– Necesitamos que no nada más el servidor público, sino que las personas que están tomando decisiones en el estado necesitan hackear su mente-, dice Constantino Valencia sobre la necesidad de seguir promoviendo e invirtiéndole en actividades de organización, difusión e impulso a las propuestas científicas, tecnológicas y educativas en el estado.
Mientras tanto, “haciendo lo que más me apasiona”, el ingeniero sigue promoviendo su iniciativa RoboEmociones; ofrece talleres de prototipos de Robótica en la Biblioteca Central en el barrio de San Mateo (de 4 a 6 de la tarde, martes y jueves); tendrá participación en un encuentro de Robótica, este viernes 17 en la Facultad de Ingeniería en la capital, y también en el próximo evento astronómico Noche de las Estrellas.
Leo-Enver. Arlette, Francisco Noverón, Luz Cristina, Oscar Juárez, Ángela Memije, entre otros tantos más amigos y colegas, donde me llamen, saben que pueden contar con mi participación. Con el evento en San Jerónimo ya vi que no soy el único loquito, que hay más”.
– Ingeniero, ¿Y está usted, constantemente, hackeándose la mente?
– ¡Ah claro, sí!, desde que llegué aquí me vine deprimido, decepcionado, porque me quitaron lo que más buscaba, mi trabajo me apasionaba…. Te quitan tu pasión, ¿Cómo te quedas?, (pero) comencé a tomar cursos, mis compañeros me comienzan a inducir, y me han apoyado aquí, gracias a Dios, a la vida, a mis compañeros; les dije ya me ahorré lo del psicólogo, lo de la terapia (y sonríe este divulgador de Ciencia), porque me han estado ayudando a crecer, cuando creces tus limitantes, las cosas que te limitan, las dejas abajo y vas avanzando hackeando la mente.