Con E de Engaño

De una vez hay que dejar en claro que alguna eventual aspiración político-electoral, en caso de que llegue a oficializarse, se encuentra desde ya viciada de origen por parte de la actual subsecretaria de Prevención de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana –SSPC- del Gobierno de México, Esthela Damián Peralta, ‘casualmente’ reciente interesada en todo lo que tenga que ver con este estado, su estado, que abandonó.
No se trata únicamente de esa especie de público ‘jalón de orejas’ por parte de su jefa administrativa, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, que implícitamente le pidió, a ella y demás funcionarios federales con aspiraciones electorales, que renuncien a sus encargos si es que piensan en buscar alguna candidatura para las elecciones del 2027; tampoco se trata sólo del desarraigo que tanto le están achacando a la nacida en Chilpancingo, pero completamente desconocida en su propia tierra; se trata de un vicio de origen que, desde ahora, están advirtiendo no sólo posibles opositores políticos o la ciudadanía en las calles y en las redes sociales, sino también sus correligionarios de partido, el Movimiento de Regeneración Nacional –Morena-.
Ello tiene que ver con los aliados en Guerrero de la todavía subsecretaria, vinculada a liderazgos políticos de antaño, de lo más rancio de la política estatal, como los priístas Cuauhtémoc Salgado Romero o Héctor Apreza Patrón, entre otros ‘cuadros’ de más bajo nivel antes trabajando para anteriores regímenes gubernamentales; hay incluso versiones de que Esthela Damián estaría siendo impulsada por el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, ex priísta, ex perredista, hoy coqueteándole a Morena, partido –como es la misma actitud respecto a la subsecretaria federal- donde el ometepequense ha sido demostradamente rechazado, hasta por la propia presidenta en reciente gira en la Costa Chica.
Así que, en caso de oficializar una aspiración no confirmada pero cada vez menos disimulada de cara al electoral 2027 en este estado que dejó para irse a la Ciudad de México, además de su alejamiento de Guerrero, el regaño presidencial, su nulo posicionamiento electoral y su irregular campaña adelantada en calles y redes sociales –que si se denuncia formalmente le puede llegar a ‘tumbar’ la posible candidatura-, le va a pesar, causándole mucha percepción negativa, esa percepción de tener vínculos electorales y operativos, puede ser que hasta financieros, con personajes del pasado político-gubernamental por quienes, en general, se ha estado votando desde el año 2018 a la fecha, y concretamente en el 2021, hablando de Guerrero.
Ni E de Esthela ni E de Esperanza, sí E de Engaño, porque dentro de todo lo obscuro que rodea, como persona, a una mujer que de la nada, ‘como por arte de magia’, apareció en la escena política del estado -que ni ha visitado tantas veces en su encargo federal-, se le suman las dudas que generan tanto sus reales intereses recientes, hoy ocultos, por todo lo que tenga que ver con Guerrero, como lo que parece ser su falsa orientación a la izquierda ideológica partidista, poco o nulamente creíble cuando se sabe qué clase de ciudadanos guerrerenses, hoy mucho menos influyentes y sí más en el descrédito, están buscando posicionándola en medios, redes sociales y reuniones prácticamente clandestinas en Morelos y la Ciudad de México, ¿De qué se esconde la desarraigada de la E?

 

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